La Comunicación 360º es la estrategia integral que relaciona a la empresa o institución con sus públicos en todos sus ámbitos (online y offline) de manera constante. Hoy en día, que la confianza y la credibilidad se han convertido en dos de los factores más importantes para determinar lo que es realmente relevante de una organización, ante los grupos con los que se relaciona, las estrategias 360º posibilitan una interrelación necesaria con los usuarios y se presentan como más eficaces que las tradicionales.
No es suficiente comunicar, y ello, porque la relevancia y la reputación de empresas e instituciones depende de lo que otras dicen de ellas tanto interna como externamente. Es importante en este sentido tocar las teclas de la comunicación organizacional, la imagen corporativa, las relaciones públicas y el gabinete de prensa, la comunicación de crisis y la social media, como componentes básicos de la comunicación 360º.
Esta estrategia 360º, como táctica, confiere valor a la empresa y a su marca, aumenta las ventas y mejora la fidelización de unos clientes que se convierten en prescriptores esenciales para que la estrategia comunicacional sea perfecta.
Elaboremos una hoja de ruta
Lo primero que debe hacer una empresa o institución es confeccionar su propio plan de comunicación. De esta forma, cada uno de sus departamentos dispondrá de una hoja de ruta sobre qué pasos, mensajes y canales de comunicación debe emplear para dar a conocer sus productos.
Pongámonos pues manos a la obra…
Lo primero que debemos hacer es realizar un análisis tanto interno como externo de la empresa o institución. Esto es, debemos realizar un estudio de mercado pormenorizado, analizando todo lo que nos rodea y afecta teniendo en cuenta cuestiones como por ejemplo quién es nuestra competencia, qué ventajas o diferencias tenemos, qué servicios o productos nuevos lanza al mercado y cuáles son sus precios.
También debemos estudiar nuestra entidad de forma interna llevando a cabo un análisis DAFO con el objetivo de dibujar nuestros puntos fuertes y débiles.
El siguiente paso es definir nuestros objetivos, los cuales deben ser específicos, medibles, alcanzables, orientados a resultados y establecidos para un tiempo definido. Igual de importante es determinar el público objetivo de la empresa o institución. Es decir ¿a qué personas me quiero dirigir? Y es que no emplearemos los mismos canales de comunicación ni el mismo mensaje si nos dirigimos a un público de entre 18-30 años que a uno de entre 45-60 años.
A continuación nos centraremos en el mensaje que queremos comunicar. Éste debe ser claro y directo, adaptado al público al que nos dirigimos. Otro de los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de confeccionar un plan de comunicación es establecer la partida presupuestaria que le podemos dedicar a su desarrollo. ¿Cuánto podemos gastar en cada acción o campaña comunicacional?
También debemos definir los canales de comunicación. Y es que en función del público objetivo al que destinemos el mensaje, tendremos que emplear un canal de comunicación u otro: medios offline (prensa escrita, radio, televisión); medios online (página web, blog, redes sociales); o eventos…
Ya estamos llegando a la meta…., pues una vez definido y establecido el mensaje, el canal de comunicación y el público objetivo, es la hora de decidir las acciones que nos ayudarán a cumplir con nuestros objetivos marcados en el plan de comunicación.
Finalmente, hemos de evaluar los resultados porque de nada serviría planear toda una serie de acciones en nuestro plan de comunicación si luego no medimos resultados. De esta forma, detectaremos las acciones que nos ayudan a cumplir nuestras metas y que por tanto debemos seguir desarrollando, y aquellas otras que debemos mejorar o cambiar.
Acorda Soluciona te ayuda en cada paso de un plan de comunicación 360º…. ¿Qué os parece si empezamos?