Vivimos en una época de transformación continua, en un mundo globalizado donde la interacción con el consumidor se redefine, matiza y cambia constantemente.
Este cambio en los modelos de negocio supone una auténtica transformación en el modo de relacionarse con el mercado y con los productos, convirtiéndose en una gran oportunidad para los pequeños y medianos empresarios que hasta ahora no podían competir con los gigantes de su sector. Pero esta distancia se ha acortado enormemente gracias a las posibilidades que ofrecen los canales de difusión y venta tecnológicos, que permiten que incluso pymes y micropymes puedan internacionalizarse a un coste mucho menor.
Y… si bien es maravilloso que todos podamos entrar en el mercado global, para garantizar la supervivencia ha de hacerse de una forma consciente y con un distintivo de calidad, que permita que nos diferencien entre todos los demás; que nuestros productos o servicios sean percibidos como algo único y atractivo.
LA IMPORTANCIA DE DISTINGUIRNOS DE LA COMPETENCIA. LA MARCA PROPIA
Para aprovechar todas las ventajas de este mercado global, una vez que tenemos definido el producto o servicio que queremos ofrecer, todo empresario, ya sea pequeño emprendedor o gran empresa, tiene claro que debe crear su propia marca.
Todos los días utilizamos decenas (por no decir cientos) de productos y servicios, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, y seguramente los conozcamos y elijamos mayoritariamente por su marca, por lo que nos transmite: calidad, seguridad, confianza, eficiencia…
Está claro que tanto un buen branding como un buen marketing son piezas clave para el éxito de cualquier empresa, pero igual de cierto es que todo este proceso de crecimiento comienza por crear el valor de marca, pues es el único activo de nuestra empresa que aúna en un solo impacto todos los valores asociados a ella.
La marca es, pues, el signo distintivo que utiliza el empresario para diferenciar en el mercado sus productos o servicios de los productos o servicios de otras empresas, lo cual le permite establecer una diferenciación respecto de sus competidores y por tanto influir en la decisión del consumidor.
Habida cuenta de la influencia que puede tener una marca para determinar el éxito de un producto o servicio entre el público, parece esencial que se le dé una protección adecuada, ¿no?
Si tienes una marca y necesitas protegerla, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos en todo lo que necesites.